viernes, 24 de noviembre de 2023

Poda del Limonero

Tiene canción, sirve como postre, como ingrediente para comidas, como aderezo, como perfume... Tiene tantas propiedades que se ha convertido en un árbol multiusos apto para cualquier ocasión.

Acidez y aroma son dos de las características más destacadas del árbol del limón, el limonero. La hoja del limonero es de forma menos redondeada que la del naranjo, se trata de un árbol pequeño que no suele sobrepasar los 4 metros de altura; con copa abierta y ramificaciones provistas de espinas en las axilas de las hojas.

Imagen tomada el 30-09-2023

Imagen tomada el 10-10-2023

Sus hojas son perennes, anchamente elípticas, coriáceas, lustrosas y lampiñas, con el borde finamente dentado y con el peciolo estrechamente alado que suele estar articulado con la lámina. Son de color verde-amarillento.

Las flores, hermafroditas y muy olorosas, popularmente conocidas como azahares o flores de azahar, son pequeñas y crecen solitarias o en grupos de 2 o más. Su color es blanco, aunque suele tomar un tinte rosa o violáceo en su cara exterior, 5 sépalos cóncavos y 4 o 5 pétalos de unos 2 centímetros de longitud. El centro está adornado con numerosos estambres (de 25 a 40) con anteras amarillas y un ovario superior. Despiden un aroma fresco y agradable.

El limonero es muy conocido por su fruto, el limón, pueden ser alargados, ovoides o elipsoidales, con una excrecencia a manera de telilla en el extremo. La corteza es de color amarillo pálido que puede ser lisa o rugosa; suelen medir de 6 a 12 cm. y contienen de 8 a 12 gajos carnosos, de sabor ácido y agradable, en cuyo interior se encuentran inmersas las semillas, no obstante alguna variedad carece de ellas. Debido a la capacidad de florecer todo el año, se pueden encontrar limones maduros en cualquier época.

Tener un limonero en casa nos servirá para tener a mano una de las frutas más utilizadas en nuestra cocina, sobre todo como condimento, y como no, para llenar toda la terraza o jardín con una fragancia y un aroma especial.  

Tener un árbol limonero en el jardín o en nuestra terraza es algo que podemos conseguir de manera fácil a partir de un solo limón del que aprovechar sus semillas, ya que la propagación puede ser por semillas, esquejes o mediante injertos; esta especie nunca debe utilizarse como receptora de injertos ya que está sometida a grandes enfermedades.

Para la propagación por semillas, podemos proceder de la siguiente forma:

·  Prepara una maceta de unos 30 cm de diámetro con un suelo rico en nutrientes vegetales y minerales. Una vez que el suelo esté preparado, siembra una semilla y riega con agua regularmente, para que la planta pueda germinar. Dependiendo de la temperatura exterior, tardará de 4 a 6 semanas para que esto suceda. Una vez que alcance una altura de 15 a 20 cm, será el momento de trasplantarla.

El limonero, se cree originario del nordeste de la India, en las regiones cálidas de la base del Himalaya y la zona septentrional de Birmania y China; parece ser que fue traído a Europa por los árabes en el siglo X, aunque a la luz de los estudios más recientes se han identificado limones en los frescos de Pompeya, lo que demuestra que en el siglo I los romanos conocían ya los limones y otras especies de cítricos.

Por lo general se acepta que su cultivo se realizó primero en India y Pakistán, después se le llevó a Persia y posteriormente a la región mesopotámica, entre los ríos Tigris y Éufrates.

La primera plantación, realmente importante, en Europa se llevó a cabo en Génova hacia mediados del siglo XV dC. Hacia las Américas se exportó en 1493 cuando Cristóbal Colón llevó limones a bordo de la Española para sus viajes.

 

El limonero se desarrolla muy bien en climas mediterráneos, donde los inviernos no son muy fríos y en verano se obtienen temperaturas altas. La consideración acerca del frío es importante debido a que el limonero es uno de los cítricos que más sufre con la bajada de las temperaturas. La India es el principal productor de limones y limas, con cerca del 16% del total de la producción mundial.

Depende de la variedad del limonero, pero de forma general, todos necesitan un suelo profundo, fértil y que posea un buen drenaje. El limonero es bastante sensible a la asfixia radicular. En tierras calcáreas puede presentar clorosis férrica. Necesita gran cantidad de magnesio. La temperatura óptima para un buen desarrollo debe de oscilar entre 17 y 28 ° C, no soporta heladas fuertes ni demasiado viento.

El crecimiento vegetativo tiene lugar en las ramas más jóvenes en los tres períodos siguientes:

·     Primavera: las ramificaciones alargan y nacen hojas jóvenes de color verde claro, muy diferente del resto de hojas (que son de un color verde más oscuro). Sobre estas ramificaciones nuevas aparecen brotes fructíferos (botón floral y, más tarde, flores).

·  Verano: la planta brota, pero la brotación es menos importante que las brotaciones de primavera y otoño.

·      Otoño: la planta brota. Esta brotación asegura el follaje.

Tiene flores, frutos en formación y frutos maduros al mismo tiempo. Los frutos pueden tardan más de 10 meses en madurar y se hacen hasta tres cosechas durante el año.

Durante los primeros años de vida de un árbol frutal el agua es fundamental, posteriormente podremos ir reduciendo el riego, pero siempre teniendo en cuenta en la época en la que nos encontramos.

Para conseguir la mejor producción y engorde del fruto, los limoneros exigen un riego que mantenga húmeda sus raíces de forma constante (pero sin encharcamientos). Cuidado con la asfixia radicular. Notaremos que estamos regando demasiado si el árbol adquiere un aspecto amarillento.

Para la buena salud de los cítricos, al igual que para muchas verduras y hortalizas, se suele utilizar el abonado NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) La fertilización es crucial en el momento en que los frutos maduran, y de manera regular en otros momentos del año pero sobre todo en primavera.

Dentro de los cuidados que debemos de tener para que este árbol frutal crezca sano y fuerte destaca la poda. Con una poda adecuada conseguiremos frutos de calidad, además de dar la forma deseada al árbol.

Las primeras podas hay que realizarlas a partir de los tres años, aproximadamente, ya que dar forma al limonero cuando sea demasiado grande será más complicado. En cambio, cuando el limonero es joven todavía, podemos podar y guiar a este árbol frutal sin apenas esfuerzo y con unas sencillas tijeras de podar. Hay que tener en cuenta que una poda temprana antes del tercer año podría dañar el árbol, ya que todavía es frágil.

Este árbol frutal necesita una poda anual para sanearlo y que pueda concentrar su energía en las ramas principales y en los frutos. Y el momento adecuado es antes de que el árbol comience a generar limones, o cuando haya finalizado el proceso: entre enero y febrero, y sobre todo, entre junio y julio, ya que es cuando el árbol detiene su crecimiento.

También es importante decir que si un limonero es joven,  se puede podar en cualquier momento del año, salvo cuando haya riesgo de heladas. En este caso, hay que protegerlo especialmente.

A la hora de podar es importante hacerse con unas tijeras adecuadas al tamaño del limonero. Antes de comenzar la poda, deberemos esterilizar las tijeras para evitar infecciones, y los cortes deben de ser limpios. Hemos de tener en cuenta que la poda no debe ser excesivamente agresiva, salvo que el limonero esté enfermo o demasiado débil.

Localiza las ramas más gruesas para que formen la estructura principal del árbol. Elimina las ramas que se entrecrucen con otras, aquellas que entorpezcan el crecimiento de las ramas principales, tratando de que el resultado sea armonioso, con el mismo número de ramas a un lado y a otro del tronco.  

Cuanto más fuerte y grande sea el limonero, deberás ir reduciendo el nivel de la poda. Y cuanto más débil sea, más deberás podarlo para estimular el crecimiento. Además, para que este árbol frutal nos dé una cosecha buena y abundante, es bueno cortar los primeros frutos y flores. Así, se estimula la cantidad y calidad de frutos.

El limonero es un árbol muy vigoroso que produce ramas anualmente y chupones no lignificados que restan energía al árbol, además, al realizar esta poda limitando la altura del árbol facilitaremos la recolección de los frutos.

Limonero apto para ser podado.

Por lo tanto, para podar un limonero correctamente, deberemos de seguir estos sencillos pasos:

·      Cortaremos, limpiamente, las ramas del limonero con unas tijeras de podar previamente desinfectadas, para evitar posibles infecciones en las ramas.

·      Es importante dar al limonero la forma adecuada cuando aún es joven. Por eso debes seleccionar las ramas principales podando las secundarias, deberemos de tener en cuenta que debe estar equilibrado, para que el peso de la copa no se incline.

·  Podemos podar las ramas bajas, que no vayan a disponer de la luz adecuada, y así la energía se concentrará en las ramas altas, fortaleciéndolas. Si alguna rama entorpece el crecimiento de las principales, córtala. Los despuntes de las ramas principales, puedes dejarlos unos 20 a 30 centímetros.

Los cítricos son una especie de árboles frutales sometidos a una gran presión de plagas. Existe una gran presencia de insectos y ácaros que afectan al cultivo durante todo su crecimiento, necesitando de una gran batería de tratamientos foliares para reducir poblaciones o buscando alternativas en base a insectos auxiliares.

·      Pulgones: quizás el más dañino es el pulgón negro de los cítricos.

·      Ácaros: araña roja, ácaro rojo y, especialmente, el ácaro del brote de los cítricos o ácaro de las maravillas o de las yemas, denominado así porque cuando ataca las yemas florales produce deformaciones en los frutos que adquieren formas retorcidas extrañas.

·      Minador de hojas de cítricos: produce galerías en el interior de las hojas de los brotes verdes provocando la entrada para enfermedades. Sólo es problemática si afecta a árboles recién plantados, para cualquier afección a sus pocos brotes retrasa el crecimiento de manera considerable, pero en árboles adultos no tiene ningún problema.

·      Mosca blanca: especialmente la mosca blanca algodonosa. Actualmente, esta mosca no es ningún problema en España, ya que su enemigo natural Cales noacki está perfectamente establecido y controla las poblaciones de la mosca blanca.

·      Moscas de la fruta: las hembras ponen mediante su ovopositor en el fruto, pero las larvas solamente se desarrollan en los cítricos dulces (naranjas, mandarinas, pomelos) porque no pueden soportar la acidez del limón.

Enfermedades

·      Alternaria o mancha marrón (Alternaria alternata)

·      Gomosis o podredumbre de cuello (Phytophthora citrophthora)

El árbol a veces es objeto del ataque de hongos y bacterias que causan enfermedades como la verrugosis, el mal seco, la gomosis, la mancha grasienta y la antracnosis, solo por mencionar algunas. Si crece con carencia de micronutrientes sus ramas se atrofian. Al margen de sus enfermedades, el limonero no está en peligro de extinción o globalmente amenazado.

Aunque existen muchas más variedades, las más conocidas a nivel productivo y por volumen de extensión son Fino, Verna y Eureka.

·      Fino: La variedad de limonero Fino es una de las más cultivadas en España. Es un limón temprano de gran productividad y que se recolecta en los meses de octubre a febrero. Es un árbol de grandes dimensiones y porte vigoroso, formando tallos con espinas. Su floración se inicia unos días más tarde que la variedad Verna.

·   Eureka: Esta variedad temprana de limonero fue obtenida en California (Estados Unidos), es un árbol vigoroso y menor producción de espinas que la variedad Fino. Las ventajas que ofrece es una entrada en producción rápida, gran producción y la capacidad de ofrecer una doble cosecha a partir de octubre.

·     Libón: Un limón de mucha calidad, con gran cantidad de zumo y de nivel ácido, los frutos de la variedad Libón son muy similares a las del Eureka.

·    Verna: Esta variedad de limón es una variedad muy cultivada, pero con recolección tardía. Es un árbol de gran porte pero sus tallos no tienen tantas espinas como la variedad de limonero Fino.

Plántulas de limón Meyer, obtenidos de pepitas.

·   Meyer: Este es un híbrido entre el limón y posiblemente la naranja o la clementina, y se le ha llamado así por Frank N. Meyer, quien lo descubrió por primera vez en 1908. La piel más delgada y una acidez ligeramente inferior que las variedades Libón o Eureka hacen que esta variedad requiera más cuidado en el transporte y no está tan extendida en cuanto al hecho comercial.

·   Yuzu: Cultivada en Japón y Corea durante siglos, el yuzu tiene el aroma parecido a una mezcla de limón Meyer y uva blanca.

Conclusiones:

Bueno, tener un limonero puede traer varias conclusiones positivas. En primer lugar, la satisfacción de cultivar nuestros propios limones y disfrutar de frutas frescas en casa. Además, los limoneros a menudo son resistentes y de bajo mantenimiento, lo que los convierte en una opción práctica para el jardín.

Cuidar de un limonero también puede enseñarnos paciencia y responsabilidad. Observar su crecimiento y cuidar de él nos conecta con la naturaleza de una manera única.

Por último, los limones son versátiles en la cocina y tienen muchos usos, desde condimentar nuestras comidas hasta hacer una estupenda limonada refrescante.

¡¡¡ Un limonero es como un regalo que sigue dando !!!

Frase del día:

Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha. ”

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